• Los clientes que imponen muchas demandas especiales a tu negocio pueden ser más que un dolor de cabeza, en realidad podrían estarte costando dinero.
  • Incluso los clientes de gran volúmen pueden hacer más daño que beneficio a la cuenta de resultados cuando consideras los costos indirectos, como el retrabajo, el inventario, el flete, el tiempo y el esfuerzo que se necesita para mantener la cuenta.
  • Una mejor comprensión de tus costos directos e indirectos por línea, producto o área de producción pueden ayudarte a comprender el costo real de atender a cada cliente.
  • Cuando identifiques qué clientes son rentables y cuáles no, puedes tomar mejores decisiones acerca de dónde deseas enfocar tus recursos.