By Daniel Anell
La industria de la construcción está experimentando una fuerte transformación en todo el mundo, se están dejando atrás algunos métodos y técnicas tradicionales para dar paso a tecnologías innovadoras que automatizan los procesos, pero ¿por qué hay tanta resistencia a su implementación? Se los contamos.
Irónicamente el gran enemigo de los procesos industrializados en Latinoamérica es la resistencia al cambio. Para mucho arquitectos y constructores, la idea de la industria de la construcción industrializada como un método de ahorro de desperdicios, tanto en tiempo como en problemas de seguridad, así como para asegurar la calidad de los productos y acabados, resulta muy complicado de entender.
Con seguridad ha escuchado comentarios en los que se cuestiona ¿es posible que algo que se prefabricó, y que existen miles de piezas idénticas, pueda entregarse con acabados únicos, de gran calidad y en tiempo récord? La respuesta es sí.
La industria de la construcción industrializada se ha especializado, más allá de armar paneles de soporte idénticos entre sí, a la mecanización de las técnicas de construcción y tiene una relación directa con la prefabricación, que es la producción de elementos constructivos fuera o al pie de la obra. Cuando estos elementos constructivos son producidos en serie se dice que son industrializados, pues en su fabricación se siguen procedimientos industriales. Esta forma de construir es mucho más racional que la de los sistemas tradicionales y conlleva una serie de ventajas que permiten construcciones rápidas, con mayor calidad y más económicas, entre otras destacan:
A pesar de las ventajas que ofrece, la prefabricación no ha podido consolidarse en los países de la región, por ejemplo, en México solo el 2% de las construcciones ocupan esta tecnología, cuando en Europa, más del 50% de los desarrollos se elaboran con estos prefabricados. El problema radica mayormente, como ya lo mencionamos, en la resistencia al cambio, en el desconocimiento de la técnica y de los productos entre arquitectos e ingenieros, pero también en la falta de mano de obra calificada. Lo cierto es que la construcción industrializada no reemplaza a la mano de obra tradicional, simplemente deben trabajar en conjunto para lograr mejores resultados y mucha mayor productividad.
¿Quién dice que con menos procesos y materiales innovadores no se pueden hacer construcciones de lujo con bajo presupuesto?
Si desea mejorar los procesos en su empresa y dar ese salto hacia la construcción industrializada en TBM podemos apoyarle. Nuestros expertos le ayudarán a dar ese paso que requiere para ser más productivos.
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