• Estructura y objetivos: Son fundamentales para establecer un control operativo efectivo.
  • Revisión y acción: Revisión periódica de los indicadores de rendimiento clave.
  • Planificación: Desarrollo de estrategias detalladas que optimizan sus procesos.
  • Tecnología y análisis: Integración de tecnologías avanzadas, permite realizar las labores de mantenimiento adecuadas.