• Un diagnóstico preciso es el primer paso para identificar las áreas de oportunidad y diseñar estrategias de mejora.
  • La eficiencia y la mejora continua son fundamentales para mantener la competitividad.
  • Las empresas deben asegurar que sus sistemas de gestión Lean estén alineados con las mejores prácticas para optimizar la producción, reducir desperdicios y mejorar la calidad de los productos.