By Daniel Anell
Si en su organización ya han logrado mejorar el desempeño operativo, han estandarizado sus procesos, reducido costos, mejorado la calidad o implementado una nueva técnica Lean e inclusive hasta recibido cumplidos sobre sus mejoras, ¡felicidades! Sin embargo, es importante estar conscientes de que el trabajo duro apenas comienza cuando se termina de hacer una mejora.
Sabrá, por experiencia, que mantener ganancias a largo plazo en su negocio es un todo un reto. Incluso las empresas que comienzan con las mejores intenciones a menudo ven que sus resultados disminuyen con el tiempo. Investigaciones recientes del Centro Nacional para el Mercado Medio y el Dr. Peter Ward, profesor de gestión operativa en la Universidad Estatal de Ohio Fisher College of Business, confirman que el problema es general: más de dos terceras partes de las empresas medianas y tres cuartas partes de las más grandes luchan por mantener las mejoras que implementan.
Esto, por supuesto, representa un grave problema ya que las organizaciones pueden volverse incapaces de alcanzar sus metas de rentabilidad y crecimiento en los próximos años si no mantienen las mejoras operacionales.
Hay en especial cinco problemas comunes que pueden descarrilar las mejoras operativas. Es importante identificarlos y atenderlos para evitar que las mejoras operativas se caigan, éstos son:
Lograr la excelencia operativa solo es posible cuando todos juegan un papel. Sin una clara visión de lo que está sucediendo en el negocio y dónde, es difícil que las organizaciones entiendan dónde necesitan enfocar los recursos o realizar cambios para mantener las mejoras funcionando sin problemas
Un hallazgo muy frecuente en la operación es que los cambios que propician las mejoras no se integran a la definición del propio proceso en cuestión. Esto hace que, sumando una comunicación muy pobre, que las mejoras que se han conseguido no se sostengan. No es parte de nuestra cultura asegurar que los cambios queden documentados.
Si fuera el caso, ya que los cambios se han integrado a la definición de los procesos, otro gran hallazgo es que los procesos no se llevan a cabo como han sido definidos. Eso provoca que el resultado no se consiga. Con mayor frecuencia de la que uno desearía, esto no pasa por nuestras mentes. Suponemos que si el proceso está definido, que si se dio capacitación para su ejecución, el proceso se realizará. No hay algo más falso que esto. Es muy importante entonces que un elemento clave en el sostenimiento de las mejoras es que haya un apego al 100% de los procesos definidos.
Los proyectos de mejora a menudo pueden seguir el camino de sus líderes. Si la persona que encabezó el proyecto cambia en la organización, la iniciativa puede perder fuerza sin su capitán al timón. Si bien es inevitable cierta rotación, crear una cultura donde todos entiendan y contribuyan a la mejora continua puede ayudar a evitar que los proyectos se caigan, independientemente de quién esté actualmente a cargo.
Los equipos de liderazgo a menudo no logran captar por completo la parte “continua” de la mejora continua. Debido a que los resultados de desempeño residen en condiciones siempre cambiantes y siempre dinámicas, el trabajo de mejora nunca se realiza realmente. Las empresas necesitan resistir junto con un deseo genuino de buscar continuamente formas de mejorar los procesos y seguir mejorando sus operaciones.
En pocas palabras, lo que se requiere es un sistema formal que les ayude a mantener sus mejoras operacionales en el camino correcto.
En TBM, hemos desarrollado este sistema formal, el Sistema de Gestión TBM proporciona una solución estructurada para mantener la excelencia operativa, brindando a las organizaciones el camino a seguir, apego a los procesos, las habilidades y la tecnología que necesitan para realizar mejoras y mantenerlas a largo plazo. Acérquese a los expertos y logre que sus mejoras operativas se mantengan.
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